domingo, 17 de noviembre de 2019

SURF

No me dijo la hora de su regreso. Ese imán, esa energía que emanas, yo, el, unas horas antes de: ¡mira ese imán!
Yo solo sabía que necesitaba de su presencia ¿de quién?
Estaban los rascacielos observando a su nivel.
Una buena charla, yo se oír, se escuchar lo saben, puedo sostenerte el lapso de la hora gris entre mis brazos y mi vibración por cada pestañeo, por cada jadeo. 

4 y 1 año después, las alturas, las aguas, la indiferencia, tus olas poliédricas y dos domingos de nostalgia, solo por poner un numero o tal vez un pretexto, honesto, contexto que te define, la palabra de el/ellos y la superficialidad de ellas. Gran estupidez en el que palpita, y en la razón ese pedazo de pasajero/ sentimiento ¨ligero¨muuy ligero... que puede transformarse fácilmente pero sin desaparecer.

Varios meses, una sobrecarga de tinta y papel. Complejo tren de pensamiento. 
Piénsalo, piénsalo dos veces, dos alturas, las olas poliédricas y yo otro nivel. Te digo: no estoy para surfear... tampoco estoy segura de querer saberlo todo sobre la altitud, podría temerlas tanto o terminar encantada en ella. Sabes (yo misma) debería seguir mi camino hacia la orientación de mi brújula, de los benditos puntos cardinales.

Cuantos borradores con dolor.

¡No lo ves! quieres conservar tu equilibrio mientras aprovechas tus olas para desplazarte en ella

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